Creo que es un tema que es muy recurrente en esta época del año (sí… lo se…y también en mi blog)… No estoy segura de que queráis escuchar lo que os tengo que decir.
Me habéis preguntado cómo prevenir las manchas… Y siento mucho tener que daros estas malas noticias…
Hace ya un tiempo que os escribí sobre la Isotretinoína, desmontando alguna de las leyendas negras que circulan sobre este medicamento.
Y es que me gustaría volver al tema porque much@s en mi consulta siguen teniendo muchas dudas respecto a este medicamento y que prefieren no utilizarlo en sus tratamientos (totalmente respetable), pero yo sigo en mi lucha contra las leyendas que se han ido creando alrededor de la isotretinoína.
Hace alrededor de un año que os hablé de este tema, justo cuando comenzaba la cuarentena debido a la pandemia…
No os voy a hablar del virus ni de cómo rebajar nuestro nivel de estrés ni nada por el estilo. Como bien os podéis imaginar por el título de este post, me gustaría hablaros, como dermatóloga que soy, de nuestra piel y de cómo podemos mejorarla ya no solo con nuestras rutinas cosméticas (que también me gustaría ahondar mucho más en estos temas, aunque hoy no..), sino con nuestros hábitos diarios también.
A medida que va pasando el tiempo, nuestra piel como ya sabéis, se resiente y va sufriendo cambios.
A partir de los 50 años es cuando más se notan esos cambios, empiezan a aparecernos manchas, las arrugas se hacen más profundas, la dichosa flacidez se nota mucho más, la piel es menos luminosa….
Es por eso que, a partir de los 50 debemos cambiar nuestra rutina cosmética. No nos vale continuar con la que llevábamos desde los 40 porque nuestras necesidades van cambiando.
El post de hoy lo quiero dedicar a que me conozcáis un poco mejor..
Hace un tiempo, a través de mis redes sociales, hice unas stories en Instagram de “preguntas que queráis hacerme” para que me conocierais un poco mejor y he decidido coger 5 de las que me hicisteis y contestarlas por aquí para que me conozcáis más a nivel personal.
Hoy os quiero contar el sistema que tenemos los dermatólogos para explicaros cómo son los lunares que tenéis. Este sistema se llama ABCDE y con este sistema os explicamos cuándo un lunar puede hacerse malo.
Os voy a contar lo que YO les cuento a mis pacientes en la consulta dentro de este sistema ABCDE que sí que me parece básico que tengáis todos claro sobre cuándo un lunar puede estar haciéndose malo.
Hoy os quiero hablar de una leyenda negra que existe en dermatología (existen muchas, lo sé, pero hoy solo hablaremos de una de tantas…), imagino que está fundada en un pasado basado en un mal uso pero hoy en día es un tratamiento que se realiza de forma muy segura y ofrece unos resultados muy satisfactorios.
Hoy me gustaría hablaros sobre la Isotretinoína y la leyenda negra que existe sobre este tratamiento.
Hoy en día son muchas las personas que sufren de algún tipo de dermatitis, sobre todo ahora con el uso de hidrogeles. Y es que, además tenemos que tener en cuenta el hecho de que en invierno se agravan mucho más.
Ya sabéis que existen diferentes tipos. Las que más se suelen presentar en mi consulta son las dermatitis atópicas y la seborreica, pero os voy a hablar de las más comunes que se suelen dar.
Hoy os hablo de otra hormona que también está relacionada con el envejecimiento de nuestra piel.
Si hace unas semanas hablábamos del efecto que provocaba el exceso de cortisol (hormona que se libera como respuesta al estrés), hoy os hablo de otra hormona diferente que se segrega por la noche, durante el descanso nocturno y que es importante para nuestra piel: “La Hormona de crecimiento”.
Debemos reconocer que este año ha sido muy duro en muchos sentidos, ya no solo por la amenaza constante del coronavirus, sino por toda la incertidumbre que ha generado y por el estrés constante que nos ha provocado.
¿Sabías que nuestro organismo produce una hormona en situaciones de estrés para calmarnos?
Esta hormona se llama cortisol y, a niveles bajos, es completamente normal y necesario. Pero un exceso de cortisol puede provocar daños en nuestra piel y tener el efecto contrario al que debería.