La Abdominoplastia es un procedimiento destinado a moldear la figura, basándose en la eliminación del exceso de piel y de grasa del abdomen.
La mayor parte de los pacientes que quieren someterse a una reducción de abdomen son mujeres que, tras dar a luz, presentan flacidez en el abdomen y quieren recuperar la silueta y continencia abdominal que tenían.
Eliminar piel significa crear cicatrices y, aunque éstas pueden ser muy amplias, son muy bien toleradas y van mejorando con el paso del tiempo. Dependiendo de la localización del exceso de piel y según las características de cada paciente, la cicatriz final podrá variar:
Abdominoplastia horizontal (es la más frecuente).
Abdominoplastia horizontal supraumbilical.
Abrominoplastia en T invertida o en ancla.
A parte de estas técnicas, debemos también mencionar las siguientes técnicas:
Lipoabdominoplastia es un procedimiento que combina la liposucción y la abdominoplastia.
Miniabdominoplastia es un procedimiento que se limita a la zona que se halla por debajo del ombligo.
Dependiendo del caso, las necesidades de maniobras quirúrgicas y si es necesario realizar una liposucción o no, la intervención puede durar entre 1 y 4 horas.
Además, por lo general, los pacientes suelen permanecer 1 día ingresados en la clínica y es necesario que guarden reposo relativo durante 1 semana.
Tras la intervención, solemos dejar drenajes, ya que el cuerpo produce líquidos durante los primeros días al “despegar” tanto tejido, por lo que su uso se hace indispensable.
En el momento del alta, estos drenajes los iremos retirando de forma variable entre los 3 y 7 días, dependiendo del paciente, la intervención y la producción de los mismos.
Debe usar una faja las 24 horas al día durante el primer mes.
Los baños de inmersión (piscina, mar, bañera…) serán permitidos a partir de la 3ª semana.
La sensación que padecerá el paciente será de tirantez en la zona suprapúbica y un dolor moderado en determinadas ocasiones que podrá aumentar la presión abdominal (toser, estornudar o ir al aseo).
No suele ser dolorosa.
Sí puede percibir cierta molestia en la zona de la cicatriz que dura unos 3-4 días, así como una sensación de tirantez y, si reparamos la musculatura de la pared abdominal, sentirá también un leve dolor en la región por encima del ombligo.
En principio sí.
Cada caso ha de ser valorado de manera individualizada dependiendo de los objetivos o los riesgos que pueda presentar, pero generalmente no suele haber ningún tipo de problema.
Normalmente no solemos recomendar la práctica de la abdominoplastia en mujeres que desean quedarse embarazadas posteriormente. Sin embargo, ha habido casos en los que se ha producido un embarazo después de la intervención y la única consecuencia que hubo fue el empeoramiento estético del abdomen tras el parto.
Posteriormente se puede realizar una nueva corrección del mismo