Dermatitis atópica, consejos para vivir con ella
En la actualidad, la dermatitis atópica es uno de los problemas más frecuentes que aparecen en las consultas de los dermatólogos. Hace ya unas semanas que os hablé justamente de los problemas más frecuentes con los que vienen las madres con sus hijos a mi consulta, y la dermatitis atópica en niños era uno de los problemas de los que os hablaba.
Pero ¿Qué es la dermatitis atópica?
Muchas veces llegáis a mi consulta con una eczema que os pica cada vez más, cada vez os rascáis más y se os irrita mucho. Ya venís a mi consulta desesperad@s porque por más que os hidratáis con todo tipo de cremas, vuelve a salir, os vuelve a picar mucho y se os vuelve a irritar.
Pues bien, eso es dermatitis atópica. La DA es una enfermedad de la piel caracterizada por sequedad, escamación, irritación y provoca mucho picor. Este problema comienza desde la infancia y es una de las principales visitas a nuestras consultas.
¿Qué causa la DA?
Pues algunos estudios que muestran que si los padres tienen piel atópica, tienen una probabilidad entre 30% y 70% (dependiendo de si es uno de los padres quien la padece o son ambos) de padecerla los hijos. Pero ya no es solo la genética, sino que también puede deberse a la contaminación, a alérgenos alimentarios, la ropa, productos químicos, el calor o la transpiración pueden desencadenar también eczemas y agravar el problema.
Hace un tiempo que llegó a mi consulta una paciente de 23 años con eczemas crónicas en cuello, brazos, manos y piernas. De bebé había tenido dermatitis atópica pero en la infancia le remitió. Y ahora tenía mucho picor y ese picor la despertaba frecuentemente por la noche.
Hace 5 años comenzó de nuevo con lesiones intensas que no mejoraban prácticamente con nada. Había utilizado sobre todo corticoides tópicos potentes que la provocaban mucho miedo porque pensaba que su piel podía estar alterada por este uso y que ya no tendría remedio.
Además, le habían estado siguiendo en la seguridad social aunque, por falta de tiempo, ella se había sentido desamparada y con la sensación de que su problema no tenía ya solución.
Cómo tratamos la piel atópica
Para poder ayudarla, estuvimos hablando sobre sus hábitos de vida, de higiene, su alimentación y, después de mucho hablar y evaluar, le pauté lo siguiente:
1. Hábitos de vida: Era necesario hacer un cambio en sus hábitos para poder incluir el deporte, ya que no hacía nada de ejercicio. Para poder eliminar todo el estrés que acumulas durante el día/semana es necesario hacer un poco de ejercicio. Por ejemplo, yo no tengo tiempo para hacer mucho ejercicio así que lo que hago es ir andando de casa al trabajo y del trabajo a casa (ya lo sabéis todos aquellos que me seguís por instagram), y con ese pequeño esfuerzo diario consigues llegar a casa con la mente despejada.
Y para poder dormir mejor le receté un antihistamínico con acción sedante.
2. Hábitos alimenticios: Sus hábitos alimentarios eran correctos, aunque le añadí un probiótico específico para mejorar la piel.
3. Hábitos de higiene: Sus hábitos de higiene eran completamente erróneos. Nadie le había explicado cómo debían ser. Se duchaba con agua muy caliente, sus duchas eran muy largas y utilizando esponja.
Le expliqué que debía hacer duchas cortas, con el agua no tan caliente y la higiene con la mano, no con esponja. Le indiqué geles suaves, le pauté Xeracalm aceite de ducha de Avène y también la hidratación posterior de la misma gama.
4. Le cambié el corticoide tópico, llevaba mucho tiempo con el mismo y los corticoides tópicos producen taquifilaxia, es decir, la piel se acostumbra a ellos y hacen mucho menos efecto. Le expliqué cómo usarlo, sin miedo, con toda seguridad, para no provocar ninguna atrofia en su piel.
5. Le añadí inmunomoduladores porque nadie se los había pautado, según me dijo ella.
Después de todo esto, le expliqué que no había un remedio mágico para acabar con su problema. Su piel iba a seguir teniendo esa tendencia, pero si ella se esforzaba y cumplía bien todas mis indicaciones, mejoraría mucho.