¿Beber agua es la solución para tener una piel hidratada?
Hace ya tiempo que os escribí un post relacionado con este tema, y es que siempre se ha dicho que beber 2 litros de agua al día, no solo es bueno para la salud sino que también es muy bueno para mantener una piel hidratada.
Aunque es un tema que ya os aclaré, todavía me encuentro muchos pacientes que en la consulta, cuando les digo que les veo la piel de la cara algo reseca o deshidratada, me dicen: “Siiii… es que bebo muy poca agua”.
Además que ahora en verano, es un tema que viene bien tratar, porque no sólo os echáis protección solar sino que luego os echáis una crema hidratante para calmar la piel después del sol. Pues bien, hidratar la piel es algo que debemos hacer durante el año y, a continuación, os voy a explicar por qué.
Beber agua NO hidrata la piel
Nuestro organismo está compuesto en torno a un 65% de agua, sí. Pero no hay ningún estudio científico que demuestre que beber 2 litros de agua al día u 8 vasos al día hará que tu piel luzca más hidratada.
No sé cuántos pensáis que para que vuestra piel esté hidratada, necesitáis beber mucha agua porque esto no es así.
A no ser que realmente estemos ingiriendo cantidades mínimas o estemos presentando pérdidas por vómitos, diarreas o sudor excesivo. La cantidad de agua diaria que bebemos no influye mucho en si nuestra piel está más o menos deshidratada.
La clave está en que nuestra piel tenga una buena barrera hidrolipídica, que no le impida perder su propia agua tan valiosa.
¿Qué es la barrera hidrolipídica?
La barrera hidrolipídica es la película que recubre toda la superficie de nuestra piel y está formada por una parte acuosa y otra parte grasa.
En esta parte acuosa está integrada el Factor Natural de Hidratación, que son un conjunto de sustancias encargadas de mantener los correctos niveles de hidratación.
La parte grasa (colesterol, triglicéridos, ácidos grasos libres…) forma una película que protege a la piel de la deshidratación y de las agresiones externas.
Por ello, si estamos ante una piel más bien grasa, la barrera hidrolipídica suele estar bien conservada y habitualmente tendrá una buena hidratación cutánea.
Sin embargo, si estamos ante una piel con prácticamente nada de glándula sebácea, esas pieles que no tienen ni un solo poro y que tanto nos gustan, su barrera hidrolipídica es tan débil que, ante las más mínimas condiciones externas de sequedad ambiental, manifestarán una pérdida de agua importante a través de su piel, llegando incluso a manifestar eczema.
También las pieles grasas pueden presentar deshidratación, sobre todo las pieles con problemas en su barrera cutánea, como las pieles con rosácea que tendrán problemas para conservar la hidratación de su piel.
¿Cómo podemos ayudar a mantener nuestra piel hidratada?
Mi buena amiga y compañera dermatóloga la Dra Elia Roo escribió un artículo muy interesante sobre este tema, en el que explicaba la importancia del agua en nuestra piel.
Lo más importante es limpiar bien nuestra piel e hidratarla con los cosméticos adecuados. La clave es poder escoger, según nuestro tipo de piel, la crema que nos ayuda a tener nuestra barrera cutánea sana.
El dermatólogo es capaz de hacer ese diagnóstico tan preciso: detectar qué barrera hidrolipídica tienes, para después poder darte el mejor consejo dermoestético.
Por eso es muy importante ayudarte a escoger cuál es esa crema ideal para ti, porque si nos equivocamos y, por ejemplo, a una piel con rosácea le damos una crema hidratante demasiado grasa, lo que haremos es aumentar la inflamación de ella y alterar más su barrera cutánea.
muy buenos tips.
Me encantan
Dr. Roberto Morrison.
Dermatologo.
Muchas gracias! 🙂