Doble Fotoprotección: protege tu piel del sol, de la luz azul y de las manchas
Cuando pensamos en el daño que puede causar el sol, la mayoría solo se acuerda de las quemaduras después de un día en la playa. Pero el sol no solo emite los conocidos rayos UVA y UVB. También emite luz visible —que, aunque no queme, sí tiene un impacto muy importante en el envejecimiento y en la aparición de manchas y lentigos—.
Dentro de esta luz visible encontramos la famosa luz azul, que además de venir del sol, también la emiten las pantallas de móviles, ordenadores o televisores.
Los rayos UVB son los responsables de las quemaduras solares, los rayos UVA penetran más profundamente en la piel, provocando arrugas, flacidez y aumentando el riesgo de cáncer de piel.
Y la luz azul, aunque muchas veces pasa desapercibida, puede causar hiperpigmentación (sí, esas manchas difíciles de quitar) y estrés oxidativo que acelera el envejecimiento de la piel.
Por eso hoy, protegerse correctamente del sol no es solo un tema de “no quemarse”. Es una estrategia fundamental para mantener una piel sana, joven y sin manchas.
¿Qué significa protegerse bien? ¡Dos dedos de protector solar!
Seguro que has oído que hay que ponerse una cantidad generosa de protector solar, pero ¿cuánto exactamente? Para el rostro completo, la medida correcta es dos dedos de crema solar. Así nos aseguramos de que estamos aplicando la cantidad necesaria para alcanzar el nivel de protección que indica el envase (ese famoso SPF 50 no se consigue si te pones solo unas gotitas).
La mejor forma de hacerlo es aplicar una línea de producto desde la base del dedo índice hasta la punta, y otra igual en el dedo corazón. Esa es la cantidad perfecta para cara y cuello.
Hasta aquí todo parece claro. Pero ahora viene mi consejo personal como dermatóloga especializada en dermatología estética.
Mi recomendación: combinar protección sin color y protección con color
Aunque normalmente se recomienda usar cualquier fotoprotector que cubra UVA y UVB, yo propongo un paso más: dividir esos dos dedos en dos tipos de protección.
Mi truco es aplicar un dedo de protector solar sin color y un dedo de protector solar con color.
¿Por qué? Porque los fotoprotectores con color contienen óxidos de hierro, unos pigmentos que ayudan a bloquear mejor la luz visible, incluyendo la luz azul. Esta protección extra es especialmente importante para las personas con tendencia a tener manchas, melasma o lentigos solares.
¿Y por qué no aplicar solo dos dedos de protector con color?
Porque en la práctica, aplicar dos dedos completos de un fotoprotector con color suele dar un acabado demasiado cubriente, subiendo mucho el tono de la piel. Algo que no resulta cómodo para la mayoría de las personas que buscan un acabado más natural para el día a día.
Por eso, aplicando un dedo de protector solar sin color (que protege muy bien de los UVA y UVB) y luego un dedo de protector solar con color (para cubrir la luz visible y luz azul), conseguimos una protección completa sin alterar demasiado nuestro tono natural.
Yo utilizo, en un dedo, un fotoprotector sin color y en el otro dedo, una mezcla de dos fotoprotectores de Colorescience con color, que me ofrece un acabado natural y además me protege frente a la luz visible.
¿Cómo incorporar la doble fotoprotección en tu rutina diaria?
Incorpora la aplicación de los dos dedos de fotoprotección cada mañana como último paso de tu rutina facial, después de limpiar la piel y aplicar tu tratamiento habitual.
Si quieres potenciar aún más la defensa antioxidante frente al sol, puedes aplicar antes un serum de vitamina C, que combate el daño oxidativo y previene el envejecimiento.
Y recuerda que no basta con aplicarlo una vez al día: hay que reaplicar la protección solar cada 2-3 horas si estás expuesta al exterior o frente a pantallas durante mucho tiempo.
Cuida tu piel de verdad, no solo del sol visible
Proteger tu piel de los daños solares no es un lujo, es una necesidad. La doble fotoprotección, combinando un dedo de protector sin color y otro con color, es una estrategia fácil pero potentísima para luchar contra los efectos de los rayos UVA, UVB y de la luz azul.
Recuerda: protegerte bien hoy es invertir en una piel más bonita y saludable mañana.