Protocolo de fotoprotección para evitar quemarnos con el sol en verano
Estaba ya tardando mucho en escribir un post sobre fotoprotección, ¿Verdad?
Además, teniendo en cuenta las fechas en las que estamos y el tiempo… ¿primaveral o casi de verano? que va a haber esta semana… voy un poco tarde hablando del tema…lo sé… Aunque bien pensado, nunca es tarde si la dicha es buena y nunca está de más hablar sobre protegerse la piel, cuidársela y evitar a toda costa un melanoma.
Sí que es cierto que, desde que llevo escribiendo en el blog, os he hablado muchísimo al respecto, desde por qué es tan importante utilizar fotoprotectores, diferencias entre filtros solares (que no sois pocas las que tenéis siempre dudas y me preguntáis), hasta cremas solares para cada tipo de piel.
El post de hoy me gustaría hablaros… bueno, más bien explicaros en qué consiste nuestro protocolo de fotoprotección.
Si bien es cierto que este protocolo está pensado para el tiempo que viene ahora de primavera – verano, aprovecho también para recordaros que en invierno también debemos ponernos protector solar. Quizá no usemos en invierno una protección alta (todo depende del tiempo que pasemos expuestos al “sol” de invierno) pero siempre debemos salir protegidos.
¿Cómo podemos actuar entonces para no quemarnos con el sol?
Creamos este sistema para aquellos pacientes que no consiguen una fotoprotección facial adecuada en verano.
Para aquellos que me dicen… por más que me pongo protección, gorra…. mi piel se broncea y mis manchas se oscurecen ¿Te suena?
Para los días en los que estemos trabajando (sí, aunque estemos trabajando hay que protegerse, porque salimos a la calle para ir al trabajo ¿no?) seguiremos utilizando nuestra fotoprotección habitual Spf 50. Puede ser con color, aplicando cantidad suficiente. Y, puesto que no estamos tanto tiempo expuestos al sol, no hay que repetir la aplicación tan a menudo, al menos, nos la volveremos a aplicar al medio día.
También podemos retocarnos la protección a lo largo del día con polvos sueltos brocha spf 50 Universkin o el maquillaje con protección solar de Avène del que ya os hablamos una vez en #JuevesDeCremas.
Para aquellos días en los que nuestra exposición al sol es más intensa (en la playa, piscina o montaña), nos debemos poner doble protección:
Lo que haremos primero será aplicarnos nuestra protección habitual Spf 50 mejor sin color (que seguramente sea con filtros químicos, no lo suelen especificar en la caja) y, encima de ella pondremos nuestra protección de filtro mineral spf 50. A mí la que más me gusta es la de AllSkin Med aunque deja la piel un poquito blanquecina.
En el caso de que no nos guste que la piel se quede un poco blanca, podemos ponernos encima del filtro mineral unos polvos minerales protectores de la Roche Posay.
La reaplicación la haremos cada 2 horas y lo haremos con el filtro mineral y además, nos pondremos sombreros o gorras, teniendo en cuenta que por el roce con ellos perderemos protección en la frente con lo cual a reaplicar.
¿Qué os parece nuestro protocolo? ¿Imposible de cumplir?
Ahora que se acerca el verano estoy muy preocupada por la salud de mis hijos… Como ya sabemos, nuestros hijos no suelen tener tanta responsabilidad de proteger su piel cuando van a la playa o a la piscina…
Hace poco fui a una clínica de dermatólogos a preguntar si había alguna opción más prolongada, tipo una crema que durara 3 horas haciendo efecto, y la verdad es que aún no se ha inventado… ¿Pero y lo bien que estaría este tipo de crema para evitar problemas mayores? Espero que en unos años pueda existir.
Por cierto, muchas gracias por el artículo!
Hola! Muchas gracias por tu comentario! En mi experiencia con niños pequeños, una de las cremas que más duración persiste en la piel (aunque está indicada para la cara y les aguanta muy bien) es mineral radiant de skinceuticals 🙂