El microbioma y el proceso de envejecimiento
La piel es el nexo de comunicación más grande entre nuestro cuerpo y el exterior.
La barrera cutánea actúa como un escudo de protección que mantiene los agentes negativos fuera de nuestro organismo y los beneficiosos dentro de nosotros.
La barrera cutánea consta de 4 niveles de funciones y composición propia, conectados e interrelacionados:
- Primer nivel: Microbioma: La primera barrera de protección de nuestra piel.
- Segundo nivel: Barrera bioquímica: Compuesta por grasas, es el manto ácido, que aporta el ph de nuestra piel. Lucha contra la oxidación y los microorganismos externos .
- Tercer nivel: Barrera física: Es el estrato corneo y las uniones intercelulares. Protegen de las agresiones físicas mecánicas y del escape de fluidos y del agua beneficiosa hacia el exterior.
- Cuarto nivel: Barrera inmune: La componen células de la dermis y de la epidermis que se activan ante agresiones internas y externas y desencadenan una respuesta inmune e inflamatoria.
¿Qué es el microbioma?
El primer nivel, el microbioma. Es un ecosistema vivo compuesto por microorganismos beneficiosos, entre los que se encuentran fundamentalmente bacterias.
El microbioma tiene 3 funciones principales:
- Proteger la barrera cutánea: Como hemos visto, primera línea de defensa.
- Regular la función de las distintas células de la piel.
- Recuperar la barrera cutánea cuando está se ve alterada.
¿Que ocurre durante el proceso de envejecimiento?
Con el paso de los años, las agresiones externas sobre todo: radiaciones uv, contaminación ambiental, estilo de vida (alimentación y tóxicos que consumimos), además de las propias agresiones internas como el estrés hacen que la microbiota se vea afectada en su función.
Por tanto la barrera cutánea se debilita, altera sus funciones y se recupera más lentamente. Todos estos son signos del envejecimiento de nuestra piel.
Si fortalecemos el microbioma, la barrera cutánea va a estar más sana y con un aspecto más joven.