Hoy me gustaría contaros lo que me pasó con una paciente en concreto en la clínica, es algo que no es la primera vez que pasa y tampoco será la última.
Pero me apetece contároslo porque creo que no estamos acostumbrados a NO conseguir siempre buenos resultados o, al menos, los resultados que teníamos en mente conseguir.

Nuestra paciente se acercó a nuestra clínica porque quería realizarse el tratamiento de coolsculpting en el abdomen.
Para los que no habéis asistido nunca a ninguno de nuestros CoolEvent o no sabéis qué protocolos seguimos, os cuento que lo primero que realizamos a nuestros pacientes que quieren realizarse Coolsculpting es una valoración personal, para determinar si la zona a tratar es susceptible de ser tratada con este tratamiento.

El caso es que nuestra paciente sí que era susceptible para ser tratada con Coolsculpting y, sin embargo, como os he anticipado al principio, no siempre los pacientes terminan contentos con los resultados obtenidos.

No sabía si publicarlo o no, pero me he decidido a contároslo porque con ello, me gustaría trasmitiros una realidad, y es que NO siempre conseguimos los buenísimos resultados que queremos. En ocasiones la respuesta a los tratamientos es menor a la esperada y tanto el paciente como el médico nos decepcionamos un poco.

Como veis, se aprecian resultados de antes y después pero menores de los esperados porque la paciente lleva 3 sesiones con 2 cabezales de Coolsculpting.

Y, aunque los resultados no sean los esperados, no vamos a tirar la toalla, vamos a tratar de hacer todo lo posible para que los resultados sean más satisfactorios tanto para la paciente como para nosotros.

Así que ahora vamos a pasar a realizarla un tratamiento de radiofrecuencia + vacum, este tratamiento se suele realizar también junto con Coolsculpting, para ayudar a seguir eliminando grasa y ayudar a su sistema linfático que es muy lento.