¿Sois más de agua con gas o natural?
Os cuento sobre el agua porque detecto muchas veces confusión en la consulta. Además es un tema del que ya os he hablado en otros post anteriores, pero no viene mal hacer un pequeño recordatorio.
Cuando os comento que os noto la piel deshidratada muchos me decís: “sí ,es que bebo poca agua…”. Siento decepcionaros con lo que os voy a contar… No sé cuántos pensáis que para tener la piel hidratada necesitas beber mucha agua, porque esto no es así.
Beber agua no hidrata la piel
Si no es porque estemos ingiriendo cantidades mínimas o estemos perdiendo agua por vómitos, diarreas o sudoración excesiva, la cantidad de agua diaria que ingerimos no influye en que nuestra piel esté más o menos deshidratada.
La clave es que nuestra piel tenga una barrera hidrolipídica bien conservada para que le ayude a mantener su propia agua, tan valiosa.
Por ello, si estamos ante una piel sana con una barrera hidrolipídica bien conservada, nuestra piel produce cierto grado de grasa, adecuada y por ello es normal que los poros de la piel se aprecien, se vean algo, porque esa es la salida de la grasa que contribuye a una buena hidratación cutánea.
Sin embargo, si estamos ante una piel sin nada de grasa, esas pieles que tanto nos gustan cuando son muy jóvenes, porque no se les ve ni un solo poro, su barrera hidrolipídica es tan débil que ante mínimas condiciones externas de sequedad ambiental manifestaran una pérdida de agua importante llegando incluso a presentar eczema.
También las pieles grasas pueden presentar deshidratación, las pieles con rosácea por ejemplo, tienen una alteración de su glándula sebácea que suele ser hiperproductora de ésta pero, al mismo tiempo, tienen una barrera cutánea alterada por lo que tendrán problemas para mantener la hidratación de su piel.
Por tanto, respecto al cosmético que podemos utilizar de forma diaria, habrá pieles que no necesiten una hidratante sin más porque su piel estará suficientemente hidratada y otras, sin embargo, la necesitarán pero adecuada a su estado de barrera cutánea.
Un error que suelo detectar en la consulta es que las pieles con rosácea suelen venir con una indicación de crema muy grasa que inflama más y altera vuestra barrera hidrolipídica.
El dermatólogo debe realizar ese diagnóstico tan preciso, detectar qué está ocurriendo en tu piel para deducir cuál es el cosmético que realmente necesitas.
El consejo dermocosmético siempre debería ir precedido de un diagnóstico dermatológico, sería lo ideal.