Como ya sabéis, comencé nuevamente mi campaña de concienciación para protegernos la piel y hoy quiero continuar mostrándoos lo sencillo que es protegerse la piel y tomándolo como un hábito durante todo el año.

La protección solar es un tema crucial cuando se trata del cuidado de nuestra piel. No solo nos ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro, sino que también juega un papel fundamental en la prevención de enfermedades graves como el melanoma.

Hoy hablaremos sobre las diferencias entre los filtros químicos y minerales, para ayudarte a tomar una decisión informada sobre cuál es el mejor fotoprotector para ti.

¿Filtros químicos o minerales? Pero… ¿No es lo mismo?¿Cuál es la diferencia? ¡Qué lío!

Los filtros químicos, también conocidos como filtros orgánicos, funcionan absorbiendo los rayos ultravioleta (UV) y transformándolos en calor. Estos filtros contienen ingredientes activos como avobenzona, oxibenzona y octinoxato, que se absorben en la piel para ofrecer una protección efectiva contra los rayos UVA y UVB.

Una de las ventajas de los filtros químicos es que suelen ser más ligeros y menos visibles sobre la piel, lo que los hace ideales para el uso diario y bajo el maquillaje. Sin embargo, algunas personas pueden experimentar irritación o reacciones alérgicas a ciertos ingredientes, por lo que es importante realizar una prueba de parche antes de usarlos de manera regular.

Los filtros minerales, o filtros físicos, actúan creando una barrera sobre la piel que refleja los rayos UV. Los ingredientes más comunes en estos fotoprotectores son el óxido de zinc y el dióxido de titanio. Estos filtros son conocidos por ser más seguros para las pieles sensibles y menos propensos a causar irritación.

Además de ser una opción más suave, los filtros minerales también comienzan a trabajar inmediatamente después de su aplicación, a diferencia de los filtros químicos que necesitan unos 20 minutos para ser efectivos. No obstante, pueden dejar una ligera capa blanca en la piel, lo que puede ser menos estético para algunos usuarios.

La elección entre filtros químicos y minerales depende de tus necesidades y preferencias personales. Si buscas una protección ligera y sin residuos visibles, un fotoprotector químico puede ser la mejor opción. Por otro lado, si tienes la piel sensible o prefieres ingredientes más naturales, los filtros minerales pueden ser tu mejor aliado.

Yo soy partidaria muchas veces a utilizar ambos tipos de filtros para maximizar la protección (Doble protección). Por ejemplo, puedes aplicar un protector solar químico de base y reforzarlo con un mineral en las áreas más expuestas como la nariz y los pómulos. Esta combinación puede ofrecer una protección más completa y duradera.

Independientemente del tipo de fotoprotector que elijas, lo más importante es asegurarte de usarlo de manera correcta y constante. Aplicar la cantidad adecuada y reaplicar cada dos horas, especialmente si estás al aire libre, es esencial para mantener tu piel protegida.

Recuerda que el uso del protector solar no solo previene el melanoma, sino que también ayuda a evitar el melasma y las manchas en la piel causadas por la exposición solar. Cuidar de tu piel hoy puede marcar una gran diferencia en su salud y apariencia a largo plazo.

¿Y tú, qué tipo de protector solar prefieres? ¡Cuéntanos en los comentarios y comparte tu experiencia!