¿Qué técnicas utilizamos en la cirugía de aumento de pecho?

Coloquialmente lo denominamos Cirugía de aumento mamario o aumento de pecho y, en la actualidad, se ha convertido en una de las cirugías más demandadas por las mujeres menores de 40 años.

Este tipo de cirugía consiste en remodelar las proporciones del pecho a través de diferentes técnicas, además de añadirle volumen para obtener los resultados más adaptados a los deseos de cada paciente.

En la actualidad realizamos dos tipos diferentes de técnicas para conseguir remodelar el pecho e incrementar sus proporciones.

Esta técnica consiste en diseñar y diseccionar un “bolsillo” en el que se albergará una prótesis mamaria o implante. Así remodelaremos la mama a través de la colocación de este implante.

Accedemos al espacio retro-mamario por una vía de abordaje externa, dejando una cicatriz en la zona.

Estas cicatrices que realizamos son pequeñas y discretas, por lo que no tenéis que preocuparos.

Los implantes se someten a controles muy estrictos por parte de las autoridades sanitarias por temas importantes de seguridad para el paciente. Los que se están utilizando en la actualidad, poseen una cubierta de silicona multicapa de gran resistencia y seguridad, con un gel de silicona médica de alta cohesividad como relleno.

• La probabilidad de desplazamiento del implante es menor
• Menos molestias postoperatorias

• El tejido tiene mayor sufrimiento y envejecimiento
• El implante tiene mayor visibilidad y palpabilidad en su zona superior y media

Esta técnica, también llamada Lipofilling, consiste en remodelar la mama a través de un injerto graso.
Este tejido graso es el excedente que presentan otras zonas como el abdomen, caderas, piernas…, que es procesado aislando las células grasas y, aquellas que se encuentran a una distancia razonable de un capilar o vaso sanguíneo del que puedan recibir nutrición adecuada, se prenderán como un injerto en la zona donde se infiltran.

A lo largo de nuestra experiencia, hemos observado que el volumen que suele permanecer a largo plazo tras un relleno graso es de un 30 – 50%. Además, hay que tener en cuenta que existe un límite para infiltrar y que se hacen varias sesiones separadas por meses para conseguir los efectos deseados por las pacientes. Por todo esto, esta técnica es más aconsejable como complemento al implante mamario.