“Los españoles tenemos déficit de Vitamina D”. Esta es una afirmación que cuando la digo en mi consulta muchos se asombran… “¿Cómo es posible si somos el país del sol?”

Existen varios estudios que afirman que más del 50% de la población española presenta déficit de vitamina D.

Una de las cosas que me comentáis mucho en la consulta es… “Mira Carmen, tengo la vitamina D bajísima así que tengo que ponerme a tomar el sol y protegerme menos…”

Y yo creo que, en algunas ocasiones, estamos utilizando la excusa de tener esta Vitamina baja, para tomar el sol sin apenas protección y sin sentirnos culpables.

La vitamina D es un nutriente básico para la salud que obtenemos casi en su totalidad de la luz del sol, pero también es una de las que más escasean en nuestro organismo.

No sabemos por qué se están dando tantos casos de vitamina D baja. Se presuponía que España al ser un país soleado, la población tendría niveles adecuados, pero debido a esa presunción, no se medían ni se pedían en una analítica de rutina como se hace en la actualidad.
Se pensaba que países con poco sol, como los del norte de Europa, tendrían más problema y por ello desde hace años se les suplementa en la leche.

Puedes tener un déficit de esta vitamina si tienes síntomas de fatiga y cansancio, pesimismo, estás un poco más deprimido, más nervioso, tienes debilidad muscular, insomnio… son algunos de los principales síntomas. Además, también se ha relacionado con una gran variedad de enfermedades autoinmunes, pero las más importantes son las relacionadas con el sistema musculo-esquelético.

Aunque la principal fuente es el sol, podemos encontrarla también en diferentes alimentos.
Las principales fuentes son los ácidos grasos del pescado marino, el salmón, el atún, la caballa y la sardina. También los moluscos, los crustáceos, la yema de huevo, la mantequilla, el hígado, el queso y los lácteos enteros.

¿Sabías que la cafeína puede interferir con los receptores de vitamina D e inhibir su absorción? Por eso se recomienda no consumir en exceso productos como café, té y, en general, bebidas cafeinadas.

Lo que está claro es que cada vez vivimos una vida más sedentaria, horas de trabajo encerrados en la oficina o en casa, ejercicio físico en gimnasios, compras en centros comerciales…

Debemos vivir más al aire libre, en la naturaleza, por sus beneficios físicos y psicológicos.
Debemos protegernos siempre para no quemarnos, no debemos aumentar el riesgo de melanoma en nuestra piel, no debemos dejar que la piel de nuestra cara se broncee, porque al mismo tiempo envejece.